Capítulo I: La seducción

Si lo falso puede transparentar toda la fuerza de lo verdadero -ésta es la forma sublime de la seducción-,


El espacio de la seducción son la superficie y la apariencia. Al poder como dominio del universo del sentido se opone la seducción como dominio de las apariencias. Nos empeñamos en escapar de las apariencias y mimamos la profundidad del sentido.
Así es la ley: todo ser, toda cosa debe mimar celosamente su sentido, y alejar las apariencias como maléficas. La seducción es la maldita. En tales condiciones, sólo ciertas cosas excepcionales, y en mometos excepcionales, acceden a la pura apariencia, y sólo ellas son seductoras.
“Toda la estrategia de la seducción consiste en llevar las cosas ala apariencia pura, en hacerlas brillar y vaciarse en el juego de la apariencia”[1]. Literalmente estamos sometidos a la necesidad de ""pro-ducir"" las cosas, pues han caído, bajo el peso del sentido, a la profundidad. Por tanto, es preciso rescatarlas y devolverlas al orden de lo visible. De pronto, el secreto no es nada para nosotros, y sólo importa lo visible.

La seducción aparece en signos vacíos, ilegibles, insolubles, arbitrarios, fortuitos, que pasan ligeramente de lado, que modifican el índice de refracción del espacio. Signos sin sujeto de enunciación ni enunciado, signos puros, en tanto no son discursivos ni sustentan un intercambio. Los protagonistas de la seducción no son ni locutor ni interlocutor, permanecen en una situación dual y antagonista; de la misma manera que los signos de la seducción no significan, sino que son del orden de la elipsis, del cortocircuito, de la agudeza[2]

El rasgo de seducción es más que un signo. Igual que la mirada, cuya fuerza procede justamente de no ser un intercambio, sino un momento dual, un rasgo dual, instantáneo, sin desciframiento. “La seducción sólo es posible por este vértigo de reversibilidad (también presente en el anagrama) que anula cualquier profundidad, cualquier operación de sentido en profundidad: vértigo superficial, abismo superficial[3] .

Nos revolcamos en esta liberalización que no es sino el proceso creciente de la obscenidad. Todo lo que esta escondido y goza aun de lo prohibido, será desterrado, devuelto a la palabra.
La seducción se opone a la producción. La seducción retira algo del orden de lo visible, la producción lo erige todo en evidencia, ya sea la de un objeto, una cifra o un concepto.





Capítulo II: Lo obsceno

-, también lo verdadero puede transparentar toda la fuerza
de lo falso - es la forma de la obscenidad.


Lo obsceno es lo más verdadero que lo verdadero, la plenitud del sexo, la forma pura y vacía, el acoplamiento de lo verdadero con lo verdadero.
La obscenidad quema y consume su objeto. Visto de muy cerca, se ve lo que no se había visto nunca. Todo eso es demasiado real, demasiado cercano para ser verdad. Y eso es lo fascinante, el exceso de realidad, la híperrealidad de la cosa.

Lo obsceno es el fin de toda la escena. Esta hipervisibilidad de las cosas también es la inminencia de su fin, el signo del apocalipsis. Es, con el fin del secreto, nuestra condición fatal. Si se resuelven todos los enigmas, las estrellas se apagan. Si la ilusión es entregada a la transparencia, el cielo se hace indiferente a la tierra.

La plenitud en la que sólo se transparenta el vacío, eso es lo obsceno. La extenuación del sentido, la cualidad de efímero del signo en el que transparenta el extremo del placer, eso es la seducción.


“En términos de "relación" social: ya no es una socialidad mítica trascendente, es una socialidad de simulación, de contacto (como las lentes), de prótesis, de reaseguro”[4] .
Todo lo que se impone por su presencia objetiva, es decir abyecta, todo lo que no posee el secreto ni la ligereza de la ausencia, todo lo que, como el cuerpo en putrefacción, está entregado a la única operación material de su descomposición, todo lo que, sin máscara, sin maquillaje y sin rostro, está entregado a la operación pura del sexo o de la muerte, todo esto puede ser denominado obsceno y pornográfico.
La mirada nunca es obscena. Es obsceno lo que ya no puede ser mirado, ni en consecuencia seducido por la mirada; lo que está entregado, desnudo, sin secreto, a la devoración inmediata.
Solicitación, sensibilización, empalme, atracción, contacto, conexión: toda esta terminología es la de una nueva obscenidad. Es la obscenidad del cambio, de la liquidez feroz de los signos, de los valores, de la extroversión total de los comportamientos en lo operacional...
Al comienzo estaba el secreto y era la regla del juego de las apariencias, después la inhibición fue la regla del juego de la profundidad, lo obsceno es la regla del juego de un universo sin apariencias y sin profundidad. Universo de la transparencia de la Nueva Obscenidad.
Ni espectadores, ni actores: somos unos mirones sin ilusión. Estamos anestesiados porque ya no existe estética de la escena política, ya no existe regla de juego. La información y los media son una pantalla sin profundidad, una banda perforada de mensajes y de señales a las que corresponde también una lectura perforada del receptor.
A la obscenidad tradicional / cálida (promiscuidad orgánica, visceral, carnal) le sucede la nueva obscenidad / fría (saturación superficial, solicitación incesante, exterminio de los espacios intersticiales).
“Según Callois: la escena nos apasiona, lo obseno nos fascina.
Con la fascinación y el éxtasis, la pasión desaparece.”[5]
El universo de lo cálido: inversión, deseo, pasión, seducción, expresión, competición.
El universo de lo frío, de lo cool: éxtasis, obsenidad, fascinación, comunicación, riesgo, vértigo.


[1] Baudrillard, Jean. De la seducción; Ed. Cátedra, Madrid, 1989 (Planeta-Agostini, Barcelona, 1993; Iberoamericana, Buenos Aires, 1994).Pág. 29

[2] Baudrillard, Jean; De la seducción, Ed. Cátedra, Madrid, 1989 (Planeta-Agostini, Barcelona, 1993; Iberoamericana, Buenos Aires, 1994) Pág. 79.

[3] Baudrillard, Jean; De la seducción, Ed. Cátedra, Madrid, 1989 (Planeta-Agostini, Barcelona, 1993; Iberoamericana, Buenos Aires, 1994) Pág. 96.
[4] Baudrillard, Jean. Las estrategias fatales, Anagrama, Barcelona, 1991. Pág. 55
[5].-Baudrillard, Jean. Las estrategias fatales, Anagrama, Barcelona, 1991. Pág.77
Índice





Capítulo I: La seducción

1.1.- La seducción animal.
Cap. “la efigie de la seductora” De la seducción Baudrillard, Jean.
a.-El ritual y las máscaras

1.2.- La seducción estratégica
Cap. “la estrategia irónica del seductor” De la seducción. Baudrillard, Jean
b.- Los espejos sirvientes de las apariencias
1.3.- El ritual de las apariencias
Cap. “el secreto y el desafió” De la seducción Baudrillard, Jean




Capítulo II: Lo obsceno

2.1- Obscenidad tradicional
Cap. “seducción y producción” De la seducción. Baudrillard, Jean
cap. “lo obsceno” Las estrategias fatales. Baudrillard, Jean
      a.- Un juego con la sexualidad

2.2.- Nueva obscenidad.
Cap. “seducción y producción” De la seducción Baudrillar, Jean:
Cap. “elogio al objeto sexual” Las estrategias fatales. Baudrillar, Jean

b.-En la era de la tolerancia


2.3.- Lo obsceno como producción
Cap. “seducción y producción” De la seducción. Baudrillard, Jean
Cap. “la mercancía absoluta” Las estrategias fatales. Baudrillard, Jean



Capítulo III: La seducción emerge en lo obsceno
Marco teórico


Problema: El objetivo de mi investigación indagar la posibilidad de visibilidad de la seducción dentro de lo llamado obsceno ¿hay espacio para está dentro de un exceso de es visibilidad, que es lo obsceno? planteándome la seducción como un desvió de la verdad como lo que es solo apariencia, entonces a esto se lo opondría lo llamado real o exceso de realidad.

Objetivos específicos:
-Si es posible la presencia de la seducción dentro de lo obsceno ¿de que manera se hace visible? ¿Y que características tiene?
-Si no es posible la entrada de la seducción dentro de lo obsceno ¿Cuál o cuales serian los motivos?


Subtemas:
Todos los subtemas están asociados al mismo autor Jean Baudrillard en diferentes textos

Texto1: De la seducción: Seducción estratégica, Seducción animal, Apariencias, Ritual,
Máscaras, Espejos.

Texto2: La ilusión y desilusión estéticas: Realidad, Imagen, Cultura.

Texto3: Las estrategias fatales: Obsceno, Producción, Monstruoso

mapa conceptual

¿Es posible hacer visible la seducción, en lo obsceno?

La provocación, es productora, increpa, incita, induce, irrita, estimula, mueve, intenta excitar el deseo, o hacer que una cosa produzca otra como reacción o respuesta a ella. Provocar el espectador indirecta (pasiva), directamente (Activa) o pasivo-agresivamente para dar cuenta de las perversiones, veladuras o sombras de la conducta humana en lo social.
Pensar la provocación desde dos perspectivas, la “realidad” y la “apariencia”. Realidad del latín realitas y éste de res, «cosas». Significa en el uso común «todo lo que existe». De un modo más preciso, el término incluye todo lo que es, sea, accesible o entendible por la ciencia o cualquier otro sistema de análisis. Apariencia, en cambio, es un aspecto o parecer exterior de alguien o algo. Cosa que parece y no es. Disimula, vela.
En este sentido el interés en indagar en sus máximos exponentes, de ambos conceptos (realidad y apariencias), que son la obscenidad y la seducción respectivamente. Entendidos desde Baudrillar.
Obscenidad, proviene del latín obsenus, lo que esta fuera de escena ob-sena. Es la exacerbación realistica, obsesión maniaca de lo real. Es lo que acaba con toda mirada, con toda imagen, con toda representación.
Seducción, viene del latín Seducere tiene que ver con llevar aparte, o desviar de la vía. En este sentido, seducción va a ser la desviación de la verdad y o bien el proceso de reversión de la misma, es decir: "Más que nada estrategia de desplazamiento (se-ducere: llevar aparte, desviar de su vía), de desviación de la verdad del sexo"[1]
La seducción está signada a volver reversibles todos los signos, su estrategia es la de la ilusión, con ella muere la realidad a manos de las apariencias. Los signos seducidos secretan sus entrañas, sin secreto perduran como simulacro que guarda las apariencias, pero nada más; detrás el vacío.
Es así como ambas se presentan para provocar pero lo hacen desde distintas formas y ejes que a veces se entrecruzan en pequeños puntos o vértices.
[1] BAUDRILLARD, Jean. De la seducción. Madrid, Edit. Cátedra, 1989.

Entre la provocación, exhibición y reflexión





Inicialmente, casi un juego de palabras:
nos dicen que todo funciona con la producción,
¿y si todo funcionara con la seducción?
Baudrillard.

La provocación corre como el gran conductor dentro de mis trabajos, se hace presente para increpar al espectador a través de la ironía, apelando al inconsciente colectivo, o fantasías sexuales. Provocando el espectador indirecta (pasiva) o directamente (Activa). Mostrando a veces las perversiones, veladuras o sombras de la conducta humana en la vida social. A veces, pequeñas provocaciones, cuñitas “inocentes” dirigidas a los pilares del convencimiento más irreflexivo y gregario. Están presentes en mis trabajos dos tipos de provocación: la seducción y lo obsceno. Provocación que péndula entre estos dos extremos, sin embargo en momentos fundiéndose en ellos. Conceptos que oscilan dentro de la provocación, encontrándonos en algunas ocasiones con ambos en una misma obra. La ironía estando episódicamente presente dentro de los dos tipos de provocación.
Para tratar de dejar en claro esto quiero evidenciar estos dos conceptos en profundidad: la seducción y lo obsceno
Baudrillard parte de la etimología latina para explicar a qué se refiere originalmente con el concepto de seducción. Seducere tiene que ver con llevar aparte, o desviar de la vía. En este sentido, seducción va a ser la desviación de la verdad y o bien el proceso de reversión de la misma, es decir: "Más que nada estrategia de desplazamiento (se-ducere: llevar aparte, desviar de su vía), de desviación de la verdad del sexo"1. (BAUDRILLARD, Jean. De la seducción. Madrid, Edit. Cátedra, 1989).
La seducción está signada a volver reversibles todos los signos, su estrategia es la de la ilusión, con ella muere la realidad a manos de las apariencias. Los signos seducidos secretan sus entrañas, sin secreto perduran como simulacro que guarda las apariencias, pero nada más; detrás el vacío.

Solo del orden de las apariencias, por eso seducción y feminidad serian inevitables en cuanto a reverso del mismo sexo. La mujer solo es apariencia. “Es lo femenino como indistinción de la superficie y de la profundidad. O como indiferencia entre lo autenticó y lo artificial. Lo femenino como mascara, Joan Rivierr “la femenite comme mascarade””2 (BAUDRILLARD, Jean. De la seducción. Madrid, Edit. Cátedra, 1989.)

Lo obsceno en tanto “es lo que acaba con toda mirada, con toda imagen, con toda representación. No es sólo lo sexual lo que se vuelve obsceno: actualmente existe toda una pornografía de la información y la comunicación, una pornografía de los circuitos y las redes, de las funciones y los objetos en su legibilidad, fluidez, disponibilidad y regulación, en su significación forzada y en sus resultados.”3 (BAUDRILLARD, Jean. El otro por sí mismo. Barcelona, Edit. Anagrama, 1994.) Es un sexo neutralizado por las tolerancias de lo obsceno que es del orden de la representación.

texto A pre-entrega

                                
                                                                Argumentación



Las imágenes expuestas de mis trabajos son atravesados por amplios temas como el cuerpo, la identidad, provocación,  perversión e ironía.
El cuerpo en algunos casos aparece por ausencia (presencia-ausencia) – lenguas de jabón – se hace presente en su sexualidad como objeto de deseo, entendiendo deseo según la definición de Hegel este dice “el deseo dirigido hacia un objeto natural solo es humano en la medida en que es mediado por el deseo de otro dirigido hacia el mismo objeto, es humano desear lo que los otros desean, por que ellos lo desean”. Las frutillas; tienen directa relación con esto, es el deseo de el objeto, de lo otro. El cuerpo del deseo que se exhibe pero no se brinda, que se ve sin poder tocar (gesto doblemente perverso). Asumiendo inmediata relación con la publicidad que constantemente te muestra lo que el “otro” tiene, la gran generadora de objetos de deseo, creando así la necesidad de lo “otro”.

Las mascaradas y el retrato  apelan a la identidad y al cuerpo grotesco que es abierto, el que sobresale, se extiende, el cuerpo que comienza a hacer el proceso y cambio. El cuerpo grotesco está opuesto al cuerpo clásico el cual es monumental, estático, cerrado y pulcro, correspondiéndose con las aspiraciones del individualismo burgués. Mascaradas y retrato que presentan claramente su relación con la pintura y la fotografía, desarmando las poses instauradas desde los principios del retrato pictórico y posteriormente el fotográfico, específicamente el de la identidad.

La provocación corre como el gran conductor de todas las imágenes presentadas, se presenta para increpar el espectador, a veces agresiva y otras pasivamente dejando la roncha, esa que te pica pero no te duele. Provocando al espectador a través de la ironía, apelando al inconsciente colectivo, o fantasías sexuales. Mostrar las perversiones y las sombras de la conducta sexual humana en la vida social

Grotesca Mascarada












el lado "b"







Segunda Mascarada, examen segundo semestre 2006.



Ficha técnica:
-Alambre galvanizado
-manguera diferentes colores
-silicona en barra

35 fotos de  20 x 30 cm interferidos  con ortopedia ¿“estética”? hecha a mano.
 rostros intervenidos con objetos que expenden o
deforman a cada sujeto.  induviduo que elige su protesis facial 
para ser retratado.

Primera Mascarada, segundo semestre. Pintura 2006



50 fotos tamaño y tipo pasaporte 3,5 x 4,x5 cm.
-Retrato.
-Fotografía.
-Identidad.
-Mascara

Anti-Retrato – tercer año, segundo semestre, Pintura.


-Retrato y su pose
-Pictórico y fotográfico
-Mascara
-Identidad

Examen-Segundo año, escultura. 2005


Ficha técnica:
-3 cajas de madera 30 x 30, color dorado
-3 vidrios 30 x 30.
-1 cajón de frutillas.
- cita Roland Barthes.


Descripcion: tres triangulos sobre el muro, de 30 x 30 y 
en el extremo inferior derecho una cita de Roland Barthes 
“El sexo esta en todos lados salvo en la sexualidad”



Detalle de uno de los triangulos despues de 5 dias.

Examen-Primer año, escultura.

  
 Ficha técnica:
-5 lenguas modeladas, a mano en jabón, de 10 x 20 cm
 colocadas en el baño, de estudiantes, dentro de los urinarios.
 Cinco  lenguas de jabón dentro de los urinarios y dejadas ahí hasta su desaparición.
 Lenguas que apelan  los deseos del inconciente masculino.